En medio del desarrollo de los Juegos Olímpicos de París 2024, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach, compareció ante los medios para brindar un informe sobre el evento. Sin embargo, la conferencia de prensa tomó un giro inesperado cuando una pregunta sobre la participación de atletas intergénero y transgénero en las competiciones femeninas generó una respuesta contundente por parte del dirigente.
La interrogante, planteada por una periodista, se centró en el caso de Imane Khelif, una boxeadora argelina que compite en la categoría femenina de menos de 66 kilos y que se identifica como intergénero. La atleta fue noticia recientemente al no superar las pruebas de género de la federación de boxeo, las cuales revelaron que posee cromosomas XY y niveles de testosterona significativamente elevados. Ante esta situación, la periodista cuestionó si el COI consideraría revisar sus directrices sobre la participación de atletas transexuales e intergénero en categorías femeninas.
La respuesta de Bach fue clara y reveladora: “Actualmente no existe un sistema científico sólido para identificar hombres y mujeres”, afirmó. El presidente expresó su pesar por la situación, reconociendo que se trata de un asunto “que no gusta a nadie” y que está lejos de tener una solución simple. “Si existiera un sistema científico fiable, seríamos los primeros en utilizarlo”, añadió.
En su respuesta, Bach también criticó duramente a aquellos que cuestionan la postura del COI, calificando sus ataques como parte de una “campaña de difamación” impulsada por “organizaciones poco creíbles con grandes intereses políticos”. Según el dirigente, no es posible resolver este delicado asunto “diciendo que alguien no es una mujer simplemente mirándola”, una afirmación que pone de relieve las dificultades de definir y categorizar la identidad de género en el ámbito deportivo.
El caso de Imane Khelif y la respuesta de Thomas Bach evidencian un desafío central para el deporte contemporáneo: cómo equilibrar la inclusión de atletas transgénero e intergénero con la equidad competitiva en las categorías femeninas. Las pruebas de género, históricamente controvertidas, se basan en criterios que muchos expertos consideran obsoletos y poco representativos de la diversidad de identidades de género que existen. El hecho de que la boxeadora haya sido excluida de la competición por no cumplir con los parámetros tradicionales de feminidad abre un debate urgente sobre la validez de estos controles y su impacto en los derechos de las deportistas.
Las declaraciones de Bach también subrayan la falta de consenso científico en torno a la definición de género en el deporte. A pesar de los avances en la comprensión de la biología del género, sigue habiendo una gran controversia sobre cómo estos conocimientos deben aplicarse en la regulación de las competiciones deportivas.
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