En Espacio FAMUD pedaleamos hacia la igualdad con esta joven promesa del ciclismo.
La competencia en esta disciplina retornó a nivel nacional y, si bien celebramos que los y las deportistas puedan volver luego del parate por la pandemia, la jornada histórica que se vivió hace unos días en la ciudad de San Vicente marca un hecho sin precedentes en la historia de esta actividad: Por primera vez hubo igualdad de premios entre hombres y mujeres.
FAMUD acompañó ese histórico momento de la mano de Marisa Santone (Presidenta de la Asociacion de Ciclismo Regional de la Plata y una de las integrante del Foro Argentino de la Mujer en el Deporte)
En esta oportunidad conocimos la historia de quien logró el segundo puesto y, además, es integrante de la Selección Argentina de Ciclismo Adaptado. Hablamos de Micaela Barroso. Su pase de categoría fue bastante abrupto, ya que con solo 17 años, pasó a competir con ciclistas consagradas.
Mientras que los varones pasan de juveniles a sub 23 y luego a elite, el caso de “Mica” se dio mucho antes. Fue convocada a formar parte del equipo continental Shimano Ladies Power, el único equipo de Latinoamérica en la rama femenina del circuito mundial de ciclismo (son 44). Una apuesta interesante para que las mejores corredoras de Argentina y los países latinos tengan chances de entrenar y competir para dar un salto de calidad. Esto le permitió conocer distintos países del mundo.
Pero hay un quiebre, un giro inclusivo que se produce en la carrera de esta deportista, y es el preciso momento en el que decide pasarse del ciclismo convencional al ciclismo adaptado.
A ella le llamaba la atención ver cómo corrían las chicas ciegas y comenzó a probar corriendo en tándem como ciclista guía. En Argentina no existía el tándem femenino, por lo que ella fue una de las precursoras de esta especialidad. Esto le permitió participar del Mundial adaptado de Pista y, junto a una deportista no vidente, ser la primera dupla de la historia en competir en un mundial.
Reconoce haber quedado “entre la espada y la pared”, ya que si largaba en el Mundial de Ciclismo Adaptado, no podría representar al país en torneos internacionales en ciclismo convencional por los próximos doce meses. Pero su empatía la empujó hacia el camino de la inclusión.
Si bien la igualdad de premios entre hombres y mujeres es un gran avance dado por esta disciplina, todavía se enfrenta a muchos desafíos como la promoción de la mujer en los medios de comunicación, la paridad de género en la toma de decisiones.
Hoy, de las 40 entidades que regulan el ciclismo solo hay 3 mujeres ocupando cargos directivos (Marisa Santone por la provincia de Bs. As, Susana Balaguero en la provincia de Santa Fe y Virginia Lines en Comodoro Rivadavia).
Micaela cree que, además de esto, falta un poco más de “empatía”, esa que la llevó a relegar sus triunfos individuales para priorizar lo colectivo, que la llevó a tener un fuerte sentido de la solidaridad.
Que la gloria pase por correr en tándem con compañeras ciegas. Y es difícil encontrar quienes piensen en la otra persona de la forma que ella lo hizo. Es por eso que, destacar estos valores humanos en Espacio FAMUD, nos resulta indispensables.
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