En un acto de gran coraje, la reconocida regatista Eugenia Bosco, medallista de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024, denunció a su exentrenador por abuso sexual. Desde FAMUD, expresamos nuestra total solidaridad con la atleta en este dificil momento y le brindamos todo nuestro apoyo. Su valentía no solo pone en evidencia una dura realidad, sino que también abre un espacio para visibilizar y erradicar la violencia de género en el deporte.
Según su testimonio ante la Justicia, los abusos ocurrieron cuando Bosco tenía tan solo 12 años. En diálogo con La Nación, la atleta, hoy de 27 años, identificó a su exentrenador como Leandro Tulia, quien abusó de ella cuando era una joven navegante en el Yacht Club de Olivos y relató que los hechos sucedieron durante su infancia, cuando participaba en la categoría Optimist de vela, destinada a niños y niñas de entre 6 y 15 años. «No sé cómo explicarlo, pero fue algo que ocurrió, que no pude controlar. Tenía 11 ó 12 años y lo aparté de mi vida hasta hace unos años, cuando pude confrontarlo, trabajando obviamente, y con apoyo», explicó.
La regatista tomó conciencia de los abusos después de ver el documental Atleta A en Netflix, que trata sobre denuncias de abusos a gimnastas en Estados Unidos. «No podía creer lo que veía, y lloraba. Se me desbloqueó el recuerdo. Y pensaba: ‘Esto me pasó a mí‘», afirmó. Desde entonces, comenzó un proceso para comprender lo sucedido en su niñez.
Los abusos tenían lugar en la residencia de Tulia dentro del Yacht Club de Olivos, donde Bosco y otros jóvenes deportistas se quedaban los fines de semana para optimizar sus entrenamientos. La atleta recordó que el entrenador hacía comentarios sexuales y manipulaba a las víctimas, aunque en aquel entonces no era consciente de la gravedad de la situación.
Tras regresar de París, Bosco decidió finalmente presentar la denuncia. «Entre asesoramiento y apoyo, logré dar este paso y me sentí liberada«, expresó. La valiente denuncia destapa una historia de abuso que hoy busca justicia y visibiliza la importancia de erradicar conductas nocivas en el ámbito deportivo, especialmente hacia los jóvenes atletas.
La ESI como herramienta clave en la prevención de violencias en el deporte
El deporte es un campo privilegiado para la implementación de políticas de promoción y prevención de violencias. La Educación Sexual Integral (ESI) habilita espacios de reflexión, donde niñeces y adolescencias pueden aprender a identificar situaciones de violencia, discriminación y abuso. Entre sus objetivos, la ESI busca desarrollar competencias para verbalizar sentimientos, necesidades, emociones y problemas, además de promover aprendizajes sobre prácticas que previenen diversas formas de vulneración de derechos, como el maltrato infantil, abuso sexual y trata.
Este enfoque tiene en cuenta el contexto de toda la comunidad deportiva, la autonomía progresiva (relacionada con el desarrollo evolutivo), las realidades únicas de cada persona, el pensamiento crítico, los saberes previos y el acompañamiento constante en la construcción de una vida libre de violencias y discriminaciones. Así, la ESI se convierte en una herramienta fundamental para fomentar un ambiente deportivo seguro e inclusivo para todas y todos.
Rol de FAMUD
FAMUD trabaja activamente para proporcionar herramientas que permitan a atletas, entrenadoras, entrenadores, dirigentes y a toda la comunidad deportiva en general, comprender la importancia de una formación integral que incluya la equidad de género, el respeto a la diversidad, la prevención de la violencia y el fomento de una sexualidad saludable. A través de nuestras capacitaciones y espacios de concientización buscamos crear redes de apoyo entre mujeres en el deporte y promover políticas públicas que garanticen la inclusión y la equidad.
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