Algunos la llaman la “Rocky” o la “Mayweather” de Argentina, pero podríamos decirles, a ellos, que a esta mujer no tenemos más que compararla con ella misma, porque la deportista que hoy representa la sección «mujeres haciendo historia» sabe de logros, de títulos mundiales, de resistencia, de dejar marcas arriba de un ring, esas mismas que le dejaron en la vida.
Te traemos, a Espacio FAMUD, la historia de la “Locomotora” Alejandra Oliveras, récord Guinness, 6 veces campeona mundial de boxeo y que logró permanecer sobre el ring la misma cantidad de rounds que pelea un hombre: 12 asaltos de 3 minutos, conquistando su sexto título mundial de esta manera frente a la mexicana Leslie Morales, por nocaut técnico, como ha ganado cada una de sus peleas.
Una pelea que marcó un antes y un después en el mundo del boxeo femenino: demostró que las mujeres pueden pelear bajo las mismas condiciones que los hombres.
Alejandra es una mujer que supo armarse de valor a través de la violencia y las injusticias sufrida de chica, una mujer que tocó fondo muchas veces, pero que los resabios del pasado la hicieron quien hoy es: una mujer que levanta la bandera del deporte.
Tiene un compromiso gigante con la igualdad de género en el mundo del boxeo, haciendo referencia a las cifras abismales que existen entre lo que gana un hombre y una mujer. La falta de sponsors, de apoyo y difusión para cubrir los eventos de las boxeadoras. Su compromiso por la igualdad también la llevo a pelear por el colectivo trans y lograr que pelearán profesionalmente arriba del ring.
La historia de la “Locomotora” intenta abrir cabezas, transformar realidades existentes, poner en cuestionamiento la idea de que el «hombre es más fuerte que la mujer», no es más que una alineación. Claro que lo sabemos.
Cuando se le pregunta en que momento de su carrera se encuentra, resaltó: “la de salvar vidas, la de ayudar a los pibes y las pibas en situación de calle y de vulnerabilidad social, empoderar a través del deporte». Todo esto lo lleva adelante desde su gimnasio de boxeo social. Los aconseja a mantener una alimentación saludable, busca que salgan de la delincuencia y las drogas, incluirlos y transmitirles un mensaje muy profundo: “Tenemos que luchar por nuestros sueños”, reconoció.
Alejandra sabe que somos capaces de lograr lo que nos propongamos. Que no podemos permitir que la brecha de la desigualdad nos siga golpeando. Que la alternativa para vencerle al miedo es empoderándonos. Está en nuestras manos. Sin guantes puestos. Revolucionamos valores y le dimos pelea al patriarcado boxístico.
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