Hoy, en “Hombres con conciencia» te contamos la historia de Juan Pablo Morino, Secretario de Deportes de la Federacion LGBT, que llegó para descentralizar el deporte LGBT y comprometerse a trabajar por un deporte inclusivo e igualitario.
«La FAGLBT se inauguró el Día del Orgullo en 2005 y, en el 2013, formamos la Secretaría», contó. Juan Pablo es, además, presidente de ‘Gays Apasionados por el Futbol’ (GAPEF) y Delegado Latinoamericano de la ‘Federación Gay Games’. Incursionó en diferentes deportes de chico: «Jugué al básquet, luego pasé al fútbol y, en mi adolescencia, practiqué tenis», añadió
El deporte se vuelve un espacio discriminador cuando funciona con argumentos biologicistas que poco tienen que ver con la libertad y el derecho. Por eso, decidieron crear los «torneos por la inclusión» que, según nos cuenta, hoy trabaja con 11 disciplinas. Está claro de que los debates actuales movilizan las estructuras psíquicas-inconscientes del machismo y Juan Pablo sabe que se está dando una reformulación del lugar del hombre en la sociedad y el deporte: «Nadie quiere dejar el patriarcado de lado porque es dejar muchos privilegios”, reconoció.
Juan Pablo entiende que, para deconstruir el machismo, hay que romper con el modelo de masculinidad hegemónica que nos educa para el poder, la violencia y el dominio y ahí es cuando juega un papel importante el «renunciar a la posición de comodidad». Salir de esa “famosa” zona de confort. Porque aún nos encontramos con un discurso político devenido del machismo que se siente aún celoso de sus privilegios y que se resiste a perder su hegemonía: «Es incomprensible que la gente no entienda los privilegios de los hombres heterosexuales dentro de la sociedad», esbozó. Tomar conciencia de género no es limitarse a ser sólo políticamente correctos. No basta con permanecer al margen, mas bien, implica transformar una acción, convertirnos en militantes por la igualdad. Arrastramos una pesada mochila que el machismo ha ido llenando de costumbres y prejuicios. Las instituciones deportivas deben pensar en nuevos paradigmas y revisar sus modelos para erradicar definitivamente la discriminación de género y que las diversidades sexuales puedan participar de cualquier espacio cis o hétero.
En definitiva, la tarea de construir un deporte seguro y libre de violencia. «Queremos que la diversidad sea la norma, y no la excepción”, cerró.
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